lunes, 10 de octubre de 2011

DOS HORAS EN ARABIA


Gooooooooooooood Moooooooooooorning Vietnam!!
Por fin es lunes.

 A penas habían pasado tres días desde el glorioso Domingo.
Sonó el sonido del mensaje del wastsapp de mi móvil y apareció en la pantalla un mensaje de alguien que no conocía ¿o eso creía yo? Era la amiga de Laura.
Me preguntaba por un médico que yo dije conocer en la cena que tuvimos los cuatro. La famosa cena. Después de mandarle un sms con la web para que  viera las especialidades del médico, continuamos cruzando mensajes sobre lo sórdido de la cena del domingo anterior. No sé muy bien cómo pero al final terminamos hablando de viajes a otros países. “A mí me llama especialmente la atención la gastronomía de allí donde voy, pero hay partes del mundo que no conozco”. Y en ese momento se ofreció para ir conmigo a un lugar de Madrid donde se elaboran de forma tradicional platos marroquís.
Quedamos para el fin de semana. Y llegó el viernes. Yo estaba nervioso y emocionado a la vez. Otra cita con alguien que no apenas conozco, pero estaba vez no había nadie que nos acompañara. Si lo pensaba mucho la situación me hacia tensar. Quedamos en la puerta del restaurante Arabia (Piamonte 12). Apenas recordaba su cara pero entendí que cuando llegara lo haría. Fue muy puntual. Nos dieron mesa en el suelo. Jamás había comido en el suelo. Genial, nuevas experiencias. Comenzamos hablar y me confesó que la cena anterior con Laura y mi amigo había sido algo tensa. Poco a poco nos relajamos. Decimos pedir. La carta no es muy larga, pero si muy completa. Pensada para españoles. Empezamos a hablar sobre la cultura de otros países. Yo estaba auténticamente abducido por la conversación, el ambiente, su cuidada decoración, sus olores, la música y luego la comida… Me dejé llevar. Que disfrute para el paladar. Empezamos con humus de garbanzo (no sé si hay humus de otra cosa), luego el cuscús con pollo y finalmente el cordero con pasas y especias, acompañando con vino. La conversación era muy, muy amena, parecía conocer al dedillo países árabes como Marruecos o Turquía. Yo nunca estuve allí por lo que me fascinaba escuchar todo lo que me contaba. La comida se prolongo largo y tendido, nunca mejor dicho, porque acabé prácticamente tumbado entre los placenteros cojines. Fantásticas dos horas en Arabia.

La noche había empezado fantásticamente, ya no podía parar.
Cuando has tomado una botella de vino, lo mejor en Madrid es olvidarte del coche. Rendido ante los encantos del mundo árabe le pedí que me sorprendiera con alguno otro sitio para tomar algo. El objetivo es que no estuviera muy lejos para poder ir andando.  Dicho y hecho. Fuimos a la Turba (Conde de Xiquena 3). Casi esquina con Almirante, que es la paralela de Piamonte. 300 metros andando desde el Arabia. Perfecto.
La turba me sorprendió. Han conservado la fachada de lo que fue antaño una carbonería. Carbonería, suena antiguo. Nada más lejos de la realidad. Un lugar moderno al más puro estilo newyorkino . Música lounge (tranquila pero no para dormir) y unos camareros que te convencen cuando preparan los combinados. La noche iba subiendo. Mi anfitriona estaba resultando ser una auténtica erudita de la noche. Dos de dos.
Dos cocteles después yo veían la vida de otra forma. Decidimos hacer una pausa en el camino. En pleno Chueca, donde el bullicio y frenesí no tiene stop las noches de los fines de semana, hay un lugar que yo considero un oasis. Está en Infantes 9 casi esquina con la plaza Vazquez de Mella. Apenas un peso de 6 o 7 minutos desde La Turba.
Una noche magnifica, la temperatura perfecta. Un paseo por las callejuelas de ese fantástico barrio, Chueca. Recreado en su particular arquitectura. Podría estar en cualquier parte del mundo, pero no. Es Madrid. Qué grande es Madrid. Cena étnica, copa cool y ahora… ahora un poco de tranquilidad.
Especialmente acogedor, me siento…te sientes tranquilo, dentro del bullicio. Este local tiene varios rincones donde sentarse y conversar. Mi favorito junto al espejo antiguo redondo de la entrada. Butacas altas, una barra estrecha con la pequeña lámpara, y algún adorno. Un ventilador que viene desde el suelo. Las sensaciones son muy, muy diferentes… pedimos un gin que sirven en copa grande con mucho hielo y tónica azul. Exprimen un poco de limón sobre la misma copa lo que hace que al sabor se una un increíble aroma que se mezcla en la boca.
Cris, mi anfitriona y yo empezamos a hablar sobre temas más personales, el ambiente da para esto y para mucho más…


Esto es Papi Urbano.  De Amigo a Amigo. Otra forma de ver la vida. 
Noche. Ocio. Restauración. Estilo de vida.
Cada jueves en el blog http://papiurbano.blogspot.com
www.papiurbano.com para endulzarte los fines de semana.


Genial, por fin es lunes. Y todos los jueves Papi Urbano…. y algún miércoles Papi con amor.


OP