lunes, 28 de noviembre de 2016

EL HURACÁN


Gooooooooooooood Moooooooooooorning!!
Por fin es lunes.

Vivimos la vida como nos han enseñado desde que éramos pequeños, y según pasa el tiempo en vez de ir olvidando, vamos reforzando nuestras creencias limitantes, y es imposible salir de ahí porque es parte de nuestra impronta. La lucha interna se sucede pero ciertas ideas siempre vuelven a nuestra cabeza porque “nos programaron para ser así”.

Lo que sí es cierto es que somos únicos y es la razón por la que somos tan valiosos y aunque nuestra vida se rija por unos patrones que nos “grabaron” a fuego, lo que ocurre después es cosa nuestra. Nuestras vivencias, nuestras experiencias, situaciones… son invariablemente desiguales, aunque lo estemos viviendo acompañados la percepción de cada uno ante un mismo hecho, será siempre única y diferente.

Pero hay ciertos momentos en nuestras vidas en las que las emociones nos desbordan, nos inundan, nos sobrepasan, llegan de golpe y nos ahogan. Es como una huracán, el huracán  (Viento muy impetuoso, a modo de torbellino que gira en grandes círculos, que avanza apartándose de las zonas de calma R.A.E.) que crece arrastrando todo lo que encuentra a su paso. Un huracán de emociones es lo mismo.

Difícil de escapar por no decir imposible. Sólo hay una fórmula para que no nos arroye: anticiparse.
Es verdad que con nuestras emociones, a veces no es tan sencillo anticiparse, pero lo que si podemos controlar es hasta donde nosotros somos capaces de acercarnos, que muchas veces es hasta dentro, hasta el mismo ojo (del huracán). Ten en cuenta que un huracán no llega para arruinarte la vida porque sí, suele llegar porque una parte de ti lo llamó y lo avivó, quizás no de manera consciente, pero sí de forma inconsciente a través de esas creencias limitantes que llevamos dentro.

Salir del huracán no es de un día para otro. Es una evolución personal. Tu has hecho siempre las cosas de la misma forma, sin hacer mucho caso a las señales, permitiendo cosas, accediendo a otras, evitando, postergando… y parece que un buen día aparece de repente, sin avisar, pero no es así, viene de un proceso previo por lo que la solución lleva igualmente algo de tiempo.

Como estrategia quizás sea mejor llegar a un entendimiento, que a un enfrentamiento pero debes estar preparado para ello también. Evita que todo esto que te arrastra llene por completo tu cabeza, llena tu cabeza con otros montones de cosas para que de esta forma la crisis sea lo que cope tu mente durante todo el día.
Intenta entender como llegaste hasta esa situación y poco a poco deberás ir cambiando cosas (porque si no el resultado seguirá siendo el mismo siempre). Sí sientes que eres la víctima, pues deja de actuar de víctima y vuélvete protagonista. Toma fueraza y se valiente para salir de ahí. Muchas veces la única solución es romper con todo definitivamente.
Y si tu conclusión es que fuiste tu el causante del huracán… pues perdónate y evita los rencores. Todo depende de ti.
Genial. Por fin es lunes. Con mucho aíre.

OP


lunes, 21 de noviembre de 2016

ESPÉRAME QUE YO TE ESPERO


Gooooooooooooood Moooooooooooorning!!
Por fin es lunes.

Pues es verdad que el tiempo pasa inexorablemente para todos pero … tengo tiempo, o eso creo.
Muchas veces, o mejor dicho la mayoría de las veces, o la mayoría de nuestro tiempo, no somos realmente conscientes del valor que tiene. El tiempo es algo efímero y no valoramos en su justa medida cada instante que pasa. Y cada instante que pasa ya no vuelve jamás. Perdemos alegremente lo que es, posiblemente, lo que mas valor tiene porque el tiempo es efímero, pero como parece que no nos cuesta (porque en realidad perder el tiempo a muchos no nos supone un gran problema) hasta que llega un momento, un día en el que nuestro tiempo se acaba y en ese preciso instante es cuando te das cuenta de que el tiempo es lo que mas te hace falta y lo que mayor valor tiene, y … es imposible recuperar el tiempo perdido.

Aquellos que pasan mucho tiempo lejos de seres queridos, que dejan de hacer aquello que les gusta, que dejan de estar donde les gustaría o que simplemente por alguna ración inexplicable al ser humano, no hacen lo que quieren con todo su corazón… te das cuenta, o te darás (tranqui siempre pasa) de que lo que ese maravilloso tiempo jamás volverá. Perderse en vida la compañía de un ser querido, un amigo, un hijo, un padre, una madre…. es algo que jamás se recuperará.

No esperes a que se acabe el tiempo.
Vivir cada momento como si fuera el último de tu vida. Dar la importancia justa a las cosa. Vivir intensamente cada segundo con alguien que aprecias y quieres y sobre todo lo más importante … ser y estar al mismo tiempo.

Se que eres lo que mas quiero por eso espérame que yo te espero. Aunque pase el tiempo.
Genial. Por fin es lunes. Tiempo al tiempo.

OP


lunes, 14 de noviembre de 2016

LLEVABAS RAZÓN


Gooooooooooooood Moooooooooooorning!!
Por fin es lunes.

Sí, llevas razón, pues sí, llevas razón.
Esta vez sí. No voy a decir que estabas equivocada. Siempre que piensas en algo me da por decir que podría haber sido de otra forma, que quizás tu punto de vista no era el adecuado para ese momento pero…. Hoy sí. Llevas razón.
Recuerdo aquel día cuando tenía que coger un avión y en la cola, mientras esperaba para pasar el control, pensaba en todo lo que me habías dicho. Yo, como siempre, me había enfadado porque las verdades no son agradables, mucho menos cuando te las sueltan a boca jarro. Sin piedad…pero llevabas razón.
Y mientras que esperaba pensaba en tus palabras. Quizás llevaras razón. Mi mirada perdida a través de la lluviosa cristalera esperando a embarcar en un avión que me llevaría lejos de ti pero… que me haría recordar y pensar en que … llevas razón.

En realidad la vida son dos días, dos. Y cuando quieres darte cuenta todo es pasado y no presente. 

La vida se esfuma entre los dedos y sigo pensando en lo que haría, sin tener en cuenta que cuanto más pienso en ello, mas tiempo consumo y todo se desvanece…
Siento no haber hecho tantas cosas y pienso que cada momento que pasa me estoy perdiendo otras tantas cosas por hacer. Creo de verdad que llevas razón y recuerdo la primera vez que me lo dijiste y ahora, después de tanto tiempo creo que llevas razón y que sí, que la vida pasa tan deprisa que no merece la pena pararse en cosas estúpidas por lo que, te prometo que me voy a centrar solo y únicamente en lo importante. Y ¿qué es lo importante? Lo importante eres tu, que eres lo que más quiero. Lo importante es cada día que pasa, cada momento que vivimos, lo que vemos, lo que sentimos, lo que oímos.
Y si de vez en cuando me despisto y vuelvo a lo mismo de forma inconsciente, prometo ser fiel a ti y a mi porque llevas razón: lo importante son las cosas que queremos y no lo que nos dicen que es importante.
Genial. Llevabas razón. Somos como somos y que nada ni nadie nos cambie.

OP


lunes, 7 de noviembre de 2016

AVERSIÓN AL RIESGO


Gooooooooooooood Moooooooooooorning!!
Por fin es lunes.

La sensación de perder es el doble de fuerte que la de ganar.
Por naturaleza odiamos perder y lo sentimos muchísimo mas cuando perdemos algo que el echo de ganarlo. ¿qué no te lo crees? Pues piensa en tus propias carnes si juegas a cara o cruz 10€. La probabilidad es del 50%. Tienes la mismas posibilidad de ganar que de perder pero, perder 10€ a cara o cruz con una moneda nos frena mucho mas que el hecho de poder ganar 10€ de igual manera.

Es nuestra propia naturaleza. Tememos mucho más al efecto que pueda producir en nuestro día a día, la pérdida de algo de valor para nosotros que los posibles beneficios que podamos alcanzar. Y ¿por qué no pasa esto?

La aversión al riesgo es una tendencia natural de las personas. Siempre aceptaremos de mejor gusto cuando nuestro riesgo es menor, aunque nuestro beneficio sea alto, que algo que no nos da apenas beneficio pero que implica un bajo riesgo. Somos miedicas por naturaleza.
Todas las decisiones las basamos en nuestras propias expectativas, perder nos horroriza por lo que eliminamos el riesgo de inmediato, y ganar nos gusta siempre que sea un alto beneficio.
Las expectativas se convierten en utilidad esperada. A mayor utilidad disminuye nuestro miedo.
Tenemos una alta sensibilidad ante la certeza (algo que es real como tener el dinero en el bolsillo) y la alta probabilidad, pero nuestra sensibilidad disminuye cuando varía la escala de probabilidad. (a menor probabilidad aumenta nuestro miedo). Y a todo esto se suma nuestra propia experiencia pasada que ejerce de freno (aumenta el miedo), aunque es bien sabido que realidades pasadas no garantizan realidades futuras.
Ante decisiones tomadas de forma impulsiva nuestro remordimiento es menor, pero el remordimiento asociado a la omisión de actos es menos intenso al que tenemos cuando cometemos errores.

En concusión con todo esto que es bastante farragoso.
Ante una toma de decisión importante es imprescindible asociarlo en nuestra mente a una utilidad para minimizar el riesgo y si pese a todo ello persiste el miedo, no lo piense mucho y toma la decisión de forma impulsiva porque nuestro arrepentimiento será menor y por ende nuestra frustración.

Si quieres hacer algo, ve su utilidad, pero si aún así no lo ves claro, hazlo por te arrepentirás poco. De ahí viene el dicho: ”quien no arriesga no gana”.
Genial. Por fin es lunes. Asumiendo riesgos.

OP