lunes, 25 de febrero de 2019

EN EL ABISMO


Por fiiiiiiin es lunes. (နောက်ဆုံးအနေနဲ့ယနေ့တနင်္လာနေ့ဖြစ်ပါသည်)
 
 
La segunda definición en el diccionario de la palabra abismo se especifica como: Realidad 
inmaterial inmensa, insondable o incomprensible.
 
Y eso es exactamente lo que siente alguien que se enfrenta al emprendimiento. Emprendimiento 
no es solo montar nuevos negocios. Ese es otro de los errores que nos lleva muchas veces al 
inmovilismo. Porque emprender es acometer y comenzar algo. Sea donde sea. Puedes emprender 
en tu casa, en tu trabajo habitual, en tu familia y en un negocio.
 
Muchas veces nos enfrentamos a situaciones desconocidas que nos sacan de nuestra zona de confort,
literalmente: a patadas. Nosotros llevamos una vida, mas o menos cómoda, y de la noche a la mañana 
tenemos que dejar todo eso para empezar, emprender, un nuevo camino.
 
Pero no pasa nada si afrontas el reto de fuerza, determinación. Nadie puede ver el futuro. Lo que 
viene por delante es altamente desconocido para todos. Pero en todos los sentidos. La tendencia 
es pensar que siempre vamos a estar igual, pero hay determinadas situaciones en la vida que cambian 
de forma natural o forzadas por nosotros y no por eso debemos hundirnos. 
 
Sentirse en el abismo es algo lógico porque por definición el abismo es insondable o incomprensible, 
pero hay un proceso por el cual, si seguimos unos sencillos pasos asumiremos en mejor situación 
el nuevo desafío. 
  1. Lo primero hay que ser realista. La realidad es lo que es y no debemos suavizarla, adaptarla, 
    engrandecerla..
  2. Lo segundo es abandonar la idea de que puedes controlar todo. Siempre habrá algo que se
     te escapa.
  3. Lo tercero. Hay que pagar por adelantado. El único sitio donde éxito esta antes que el trabajo 
    es en el diccionario.  
Sólo tu decides si quieres hacer cambios.
Genial. Por fin es lunes. Adoptando cambios.
 
OP
 
 

lunes, 18 de febrero de 2019

COMPROMISO

Por fiiiiiiiiin es lunes.(마침내 오늘은 월요일이다.)
 
Crea un marco de referencia en el corazón. Un conjunto de directrices que sirven de guía para 
regir tu vida. Sin participación no hay compromiso. Sin compromiso nada es posible.
 
Para que algo funcione necesariamente debemos tener gente comprometida y esto solo se 
puede conseguir si nace dentro de uno mismo. ¿Se puede hacer algo para que una persona se 
comprometa? La respuesta es sí. Además con tres “sencillas” pautas puedes conseguir 
resultados milagrosos. Y pongo sencillas entre comillas porque desde luego requiere algo de 
esfuerzo, aunque una vez que estén diseñadas en nuestra cabeza son sencillas de implementar. 
 
Lo primero sería definir la participación de esa persona en ese asunto. Es complicado, por 
no decir imposible que una persona se identifique con algo sobre lo que no participa. Este error
es muy frecuente en las empresas que piden a sus empleados un compromiso pero que sin 
embargo, estos tan solo les imponen deben órdenes que deben acatar.
 
Lo segundo es dedicarle tiempo. Algo que parece de lógica pero que la mayoría de la gente 
comete el error de imponer, va muy ligado a lo anterior, un tema determinado dando por 
hecho que el otro empleará su estimado tiempo en nosotros. Las persona se compromete 
si se sienten parte de, y necesariamente eso requiere tiempo y frecuencia, no serviría tocar 
un tema una vez al año. Debe cumplirse una rutina, que es lo que al final, conmueve o aburre 
a una persona sobre un determinado tema.
 
Participar en el diseño, sea lo que sea, implica a las personas hasta el punto de generar en ellos 
una auténtica experiencia de aprendizaje que se trasforma en un compromiso con esa causa. 
Esa experiencia de aprendizaje normalmente genera en la persona un ansia por continuar, 
aprendiendo, aportando, colaborando, creciendo… 
 
Y por último, si se consigue el objetivo no olvides el agradecimiento. Siempre compartirlo todo.
Genial. Por fin es lunes. Comprometido.
 
OP 
 
 

lunes, 11 de febrero de 2019

NO TENGO TIEMPO PARA NADA


Por fiiiiiiines lunes. (finalmente, oggi è lunedì)

¿Cómo administras tu tiempo?
Lo primero que debemos aprender es a ser conscientes de cómo manejamos el tiempo. Observa tu agenda diaria o semanal. Me levanto, llego al trabajo, comienzo la actividad, parada para almorzar… etc.

Los habitual es que los pasos que sigues cada día suelen ser siempre los mismos porque son rutinarios.
La costumbre hace que no nos planteemos el orden de lo que hacemos, funcionamos por inercia. Esto no tendría mayor importante si dicha inercia cubriera todas nuestras necesidades, pero ahí está el problema. Todos los días no son iguales pero nuestra tendencia, por inercia, es hacer siempre lo mismo ajenos a los cambios.
Esto no significa que la inercia en el trabajo sea perjudicial. Más bien nos referimos a que  trabajamos en muchas ocasiones a la espera, no de forma proactiva.
 
No es extraño por tanto que desde la antigüedad filósofos, matemáticos o sabios de todas las áreas de conocimiento se sintieran atraídos por el concepto de tiempo, e intentaran definirlo, abarcarlo, medirlo e incluso detenerlo.

El tiempo es una variable sobre la que no podemos actuar, que puede ser medida, y cuyo flujo está en constante evolución, aunque nuestra percepción puede variar según nuestras circunstancias.
La productividad, en cambio, es una variable moldeable, que depende en gran medida de cómo manejemos nuestro tiempo, como estructuramos su uso y la aplicación que realizamos sobre las tareas u obligaciones cotidianas.

Pero solo hay dos tipos de tiempo
·       El tiempo cronológico, que lo representamos en nuestra agenda con días, meses, horas es el tiempo objetivo que nos ayuda a sincronizar tareas, planificarlas u ordenarlas.
·       El tiempo subjetivo es el que sentimos, el que utilizamos mentalmente.

El control del tiempo ha tomado una posición muy predominante, aún cuando no seamos conscientes a veces, los cambios que se producen en nuestro entorno cada vez son más rápidos, y es habitual escuchar comentarios tales como: “no tengo tiempo para nada”,“el tiempo vuela”, o “no llego. Otra vez tarde”.

Pero el control del tiempo es subjetivo y en gran medida la clave a la hora de realizar con éxito la mayoría de las tareas que nos corresponden, y de conseguir los objetivos fijados.
La buena noticia es que tu tiempo puede administrarse de forma eficiente. Siempre podremos mejorar cómo utilizamos nuestro tiempo, poniendo atención a los condicionantes que influyen para su control.

Y ya sabes, fundamental aprender a diferenciar entre los urgente y lo importante. Podrás hacer mas cosas de las que nunca imaginaste.
Genial. Por fin es lunes. A tiempo completo.
 
OP


lunes, 4 de febrero de 2019

PROACTIVIDAD


Por fiiiiiiin es lunes. (Konečně je dnes pondělí.)
 
Lo que nos hiere o nos daña no es lo que nos sucede, sino nuestra respuesta a lo que nos ocurre.
Por su puesto que podemos tener dolor físico, económico, emocional y padecer sufrimiento pero 
no por ello tiene que quedar una huella en nuestro carácter. Se trata de desarrollar nuestra propia 
libertad personal. Aquella que nadie nos puede arrebatar, por mucho sufrimiento que tengamos 
que asumir. Libertad personal = libertad interior.
 
Desafortunadamente esto lo aprendieron muy bien en los campos de concentración nazis que 
quedaron para la historia como uno de los lugares conocidos donde mas sufrimiento padeció el 
hombre. Pero en esas circunstancias límite de la vida, y del ser humano muchos sobrevivieron 
porque su determinación interior era inmensurable y les permitía mantenerse en libertad interior 
aunque su cuerpo estuviese recluido. Nadie nos puede impedir que soñemos, imaginemos, 
deseemos una situación mejor, idílica en la que nos gustaría vernos, y sin límites.
 
Para poder llegar a esto el primer paso siempre es evitar la resistencia. Lo que se denomina aceptar. 
Aceptar no significa claudicar, ni cambiar de criterio, simplemente es entender que situación nos 
toca vivir y no resistirse. Aceptar solo es admitir lo que ocurre sin entrar en mayores.
 
Después necesariamente tenemos que ser proactivos. Tomar la iniciativa, hacer una elección 
de lo que realmente queremos y buscamos siempre basado en nuestros propios valores, no en 
productos, porque es la única forma de llegar al éxito.
Y lo tercero es tomar decisiones. La parte más cruda porque la mayoría de las veces, si es 
complicada, es porque no es de nuestro agrado. Tomar la iniciativa, tomar decisiones significa 
hacer que las cosas sucedan. 
 
Yo siempre defino la fórmula del éxito como la suma de conocimiento + herramientas x tiempo.   
Pues lo primero sería conocernos bien y aceptar cómo somos y aceptar la situación que nos 
toca vivir. Tomar la iniciativa para buscar todo aquello que nos falta para conseguir lo que 
buscamos, nuestras herramientas. Y lo más importante: el tiempo. Nada ocurre de un día para 
otro. Todo lleva un proceso de adaptación, de creación, de desarrollo, de asunción… de lo que 
necesites para encontrar soluciones.
 
La mayoría de la gente que llega a ocupar los puestos mas importantes es porque practican la  
proactividad, dicho de otra forma, se centran en buscar soluciones para los problemas, y toman 
la iniciativa de hacer lo necesario para que las cosas sucedan de una forma coherente con sus 
principios. 
 
Los que no llegan es porque se centran en los problemas… y ahí se quedan.
Es una cuestión de actitud y por deriva de resiliencia, no cejar en el empeño, recuperarse y 
aprender con lo que nos sucede.

Genial. Por fin es lunes. Resiliente total.
 
OP