lunes, 5 de septiembre de 2011

El MITO DE RICKY MARTIN


Gooooooooooooood Moooooooooooorning Vietnam!!
Por fin es lunes.

Ele!!! Por fin se acabaron las vacaciones, tenía ya ganas… ni de coña!!
Acabo de llegar y ya estoy pensando en volver. Por Dios! pero ¿por qué vivo aquí y no allí?
Este año estuve en la playa, bueno, como todos los años. Sí, yo soy más de playa, como las chanclas. Me gusta el mar, el sol, el calorcito, las terrazitas en la arena de playa, las barbacoas, la musiquita… aaaaahgg!!! parezco Georgie Dann. En fin: Sureño. Soy así.

No sé si es el sol, el clima, la tranquilidad, la brisa del mar, el rumor de las olas, o el ambiente… pero todo sienta bien, todo es genial y todo es estupendo, maravilloso… pero es llegar y pasar por la puerta de casa y entras como en trance, te trasformas. Es una metamorfosis invertida, llegas mariposa y te conviertes en capullo.  Los espejos parecen que son todos cóncavos y estas más ancho por la parte central (la felicidad je, je), con el moreno a desconchones después de haber hecho sesiones de 12 horas diarias, y esa sensación de paz que da pensar: “tranquilo solo faltan doce meses.” 

 Veranito. Aaaay!!! Que recuerdos. El mar, la playa, las excursiones, la familia, los amigos… la gente nueva que he conocido. Que buen rollo. Incluso algunos ligan. Bueno, eso dicen, pero es como el mito de Ricky Martin y la chica del perro. Todo el mundo habla de ello pero nunca encuentras a alguien que lo haya visto de verdad. Esto es lo mismo. A cierta edad lo de ligar en las vacaciones es ¿como diría yo? es como…es como ¡ni de coña! Entre la familia, los niños, e incluso en algún caso tu propia pareja… el caso es que na!! de na!! Imposible. Hace poco un amigo me comentaba: “Llegué y un  hotelazo de la leche. Un ambientazo que lo flipas. Todo lleno de gente guapa. Me bajo a la pisci y me entraban… increíble” “¿entonces triunfaste?” Le pregunté. “No al final no, es que no se dio bien la cosa”.

Después de preguntarme como me llamo, me pide el teléfono, no se corta un pelo y me pregunta que dónde vivo…En ese momento, yo, aunque tembloroso me atrevo a mirarle a los ojos y sonrío. Yo estaba por las nubes. Luego rellenó la ficha y me indicó que debía abandonar el dispensario… era la socorrista que me dio la pomada con corticoides después de que me picara una medusa… joe! eso es lo más cerca que he estado. Todo un romance. Menudo gatillazo emocional. En fin, mejor llevarlo asumido de casa y así disfrutas más.

Bueno empieza el año ¡pa’lante! con millones de proyectos e ilusiones.

Genial. Por fin es lunes, toda la semana por delante… pero ¿por qué no decirlo? pensando en el próximo puente.
Feliz septiembre.


OP