Gooooooooooooood Moooooooooooorning!!
Por fin es lunes.
Me pasó hace tiempo. Una
idea recurrente aparecía cada día en mi cabeza. Y a partir de ese momento se desencadenaba
ira en grado máximo. Odio. Ganas de venganza… Con el tiempo la intensidad fue
disminuyendo sin hacer nada hasta que poco a poco fue despareciendo. Mi vida
estaba en completa normalidad … o eso pensaba yo.
Bien por nuestra educación, por nuestras
experiencias, bien por vivencias o por una formación mal encarada, la realidad
es que vamos acumulando durante nuestra vida pequeños “despojos” que son como
el fouling en los barcos (fouling: conjunto de organismos que crecen como un césped, sobre los cascos de
los barcos, dificultando la navegación y aumentando el costo de mantenimiento), es decir, que frenan muchas de
nuestras iniciativas, ideas y hasta ilusiones. Nos restan potencia. Y nos hacen
parecer diferentes a lo que somos.
Y la verdad es que, al igual que un barco parece impecable en su
superficie pero puede estar repleto de suciedad en su casco, a nosotros nos
pasa algo parecido, con la peculiaridad que nuestro “fouling” puede aparecer en cualquier momento.
Y eso es lo que en realidad me pasó. Un buen día, alguien hace por
casualidad referencia a ese momento de mi vida en el que yo lo había pasado mal,
y pasé a estar en pocos minutos, irascible, lleno de irá, sin saber muy bien
por qué. A partir de ese momento perdí confianza en mi mismo y me sentía
inseguro.
Estos son nuestros propios limitantes. Falsas o erráticas creencias
que afloran cuando no hemos sabido superarlas, arreglarlas o perdonarlas como
era mi caso. Una malas experiencias y un mal recuerdo que quedó atrapado en el
olvido. El pasado, pasado está y muchas veces esa negatividad solo
va en contra nuestra.
Unas veces se puede tratar a través de un psicólogo, o un coach o uno
mismo si tenemos determinación, pero es necesario hacerlo, puesto que el
resultado solo redunda en nosotros mismos.
Y así es como, algo que ya no se puede cambiar porque pertenece al
pasado, amargaba mi futuro, y como después una cuantas sesiones acabó siendo solo
eso: pasado.
Mucho mejor.
Genial. Por fin es lunes. Totalmente libre.
OP
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