lunes, 19 de enero de 2015

PROMESAS QUE NOS HICIMOS A NOSOTROS MISMOS


Gooooooooooooood Moooooooooooorning!!
Por fin es lunes.

En muchas ocasiones he visto como la desesperación, la desesperanza y la tristeza provienen de las inalcanzables quimeras que tan plácidamente nos presentamos a nosotros mismos.
La realidad de la vida siempre supera a la ficción pero rara vez es coincidente con nuestras ilusiones. Nuestro poder de predestinación es muy limitado por no decir inexistente. Y de las promesas incumplidas vienen las decepciones. Promesas que nos hicimos a nosotros mismos. Que son las que más nos duelen.
Y mucho más cuando pasamos al lado de las personas donde nuestros deseos se trasforman en decepciones al no alcanzar lo que siempre imaginamos.
Intentando alcanzar ese punto de equilibrio entre lo que para mi resulta ser placentero - sosegado – suave y pensaba en los sadhu que admiran a la diosa Shiva que son esos monjes hindúes que mantienen una vida de sacrificios y austeridad para conseguir alcanzar la iluminación. Su objetivo es alejarse de lo terrenal para evitar envidias y llevar a su mínima expresión las necesidades. Su objetivo, y casi siempre lo logran, es eliminar todos sus deseos, eliminar sus necesidades, y no esperar más que la iluminación. De ahí su vida plena y su particular forma de entender la felicidad.
Como aquella frase que escuché una vez: “Dichosos aquellos que no esperan nada de nadie porque jamás serán decepcionados”.
Que buen resumen. No levantar expectativas significa que todo lo que viene es bueno. Eso no quita que tengamos inquietudes, pero para evitar contratiempos, que sean únicamente dependientes de nosotros mismos. Así me llevo menos decepciones.

Genial. Por fin es lunes. No espero nada.

OP


No hay comentarios:

Publicar un comentario