lunes, 28 de julio de 2014

TU MISMO TE SORPRENDERÍAS


Gooooooooooooood Moooooooooooorning!!
Por fin es lunes.

Esta semana pasada tuve la oportunidad de poder compartir cena con un amigo que hacía mucho, mucho, mucho tiempo que no veía. Una magnífica velada. En el transcurso de la conversación su chica, pareja, amante, amiga, que se yo… hablaba incesantemente, más bien diría que de ciertos temas, de forma compulsivo-obsesiva.
Buena gente, pero un pelín fuera de foco. Ella insistía por demostrar que toda su vida giraba en torno a un gran tema. El que ella consideraba lo “más importante” para continuar en este mundo viviendo. Algo dramático y exagerado desde mi punto de vista.

Tan exacerbada estaba que empecé a pensar que algo serio le ocurría. Ese pensamiento recurrente que aparecía por doquier en todas las frases a lo largo de su dialéctica me hizo pensar que si realmente eso era verdad, o tan solo un ejercicio que justificaba su existencia o sus decepciones. Llegó un punto en el que no pude más y le pregunté: “Si te quedaran 15 minutos de vida y lo supieras… ¿qué harías?” La pregunta fue tan inesperada que un silencio intenso se quedó cuajado encima de la mesa, fruto de la sorpresa, fruto de la reflexión que todos estábamos haciendo sobre ello… pasaron unos minutos hasta que contestó… y sí, lo que imaginaba, nada de nada sobre su trauma existencial. Nada de nada sobre sus “grandes” necesidades. Nada de nada sobre sus “lamentos”.

Su vida se centraba en lo realmente importante: su hijo, su pareja, su familia, ella misma… y entonces le pregunté, si tan cuan importante era aquello que no dejaba de decir, e insistir (dinero, trabajo-trabajo, dinero) porque no aparecía en ese trascendental momento que sería los últimos 15 minutos de tu vida: ¿Despedirse de su jefe quizás, cerrar una cuenta bancaria, sacar todo su dinero del banco para dárselo a quien ella quisiera?. Nada de nada.
Triste pero cierto.

En realidad ella solo estaba aplicando un patrón que aplicamos todos. Hacer lo “que creemos que es correcto”. Nos enseñaron que para ser felices tenemos que tener cosas y que las cosas se consiguen con dinero. Sin embargo, lo que de verdad llevamos dentro aflora en situaciones límite. Lo que queremos es mucho más auténtico, pero nos complicamos la vida una y otra vez pensando en todo aquello que no tenemos pero… lo realmente trascendental es lo que ya poseemos y que en la mayoría de los casos no está vinculado al dinero.
Curioso. El ser humano es impredecible.

¿Has pensado lo que harías si te quedarán solo 15 minutos de vida? … seguro que tu mismo te sorprenderías.

Genial. Por fin es lunes. Sorprendiéndome.

OP


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