lunes, 9 de junio de 2014

DESCEBRADOS


Gooooooooooooood Moooooooooooorning!!
Por fin es lunes.


En la vida hay dos tipos de personas: las que ven siempre el baso medio vacío y las que lo vemos siempre medio lleno…. Que somos los que más bebemos (jajaja) … ¿Cuestión de optimismo? Para nada. Es actitud, actitud práctica.
Dice un proverbio chino que “si el problema tiene solución ¿para que te preocupas? … y si el problema no tiene solución ¿para que te preocupas?.

Enrevesados, somos muy enrevesados y lamentablemente eso nos frena tanto que muchas veces nos para y nos deja totalmente bloqueados. Hoy por hoy adivinar el futuro es algo que no está demostrado que se pueda hacer, ni siquiera esos que dicen ser profetas, aciertan casi nunca… ¿por qué entonces nos metemos a pitonisa? El futuro es algo incierto. Ni siquiera sabemos los que nos va a ocurrir dentro de 10 minutos, ni dentro de 5, ni siquiera en el próximo minuto.
Sin embargo nos da por pensar, imaginar, elucubrar y anticipar acontecimientos que nos son para nada reales. Hay un libro muy interesante que habla de esto: ¿Por qué las cebras no tienen úlcera? De Robert m. Sapolsky que explica muy bien la capacidad que tenemos los humanos de autocomplicarnos la existencia. Algo así como una receta mágica para el estrés.

Siempre hemos vivido con estrés. En realidad es el estrés el que nos hace sobrevivir. El estrés es una tensión provocada por situaciones agobiantes que originan reacciones psicosomáticas (RAE), pero lo que no dice el diccionario es que muchas enfermedades médicas están estrechamente relacionadas con el estrés. Eso de ver siempre el baso medio vacío puede provocar algo más que dolores de cabeza: hipertensión, enfermedades coronarias, asma, gripe, cáncer, hiper e hipotiroidismo, úlceras de estómago, síndrome de intestino irritable, cefaleas, dolor crónico, contracturas musculares, impotencia… y otras muchas más que se relacionan directamente con el estrés.
Un auténtico lío “autoprovocado” o “autoocasionado” por nosotros mismos.

Actitud práctica. Es tan solo eso. No complicarte la vida en exceso. Vaciar un poco “la mochila” que llevas a la espalda para que puedas ir un poco más cómodo. Y sobre todo pensar que las cosas mejoran o empeoran solo y exclusivamente dependiendo de lo que nosotros hagamos. A ver si aprendemos un poco y nos volvemos un poco más des-cebrados. Y es que eso de pensar tanto en lo que nos va a pasar y que todo sea malo, no compensa.


Genial. Por fin es lunes. Buscando la cebra para llenar el baso.

OP


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