Gooooooooooooood
Moooooooooooorning!!
Por fin es lunes.
El ser humano necesita 'motivos' para actuar, deseos, ilusiones,
objetivos que den sentido a su vida. Sin motivación no estamos predispuestos a
actuar, y más bien la tendencia es esperar a sentir una motivación positiva,
que se transforma en desesperación cuando no llega. La motivación, las nuevas ilusiones, ¿cómo pueden aparecer en
nosotros?. El hecho es que cuando estamos bien parecen aparecer espontáneamente
eso nos induce a creer que es algo natural. Pero lo cierto es que la motivación
no es constante e incombustible, y cualquier persona normal puede atravesar momentos
de vacío y desgana.
La solución es sencilla trabajar en nuevas direcciones, explorar
nuevos caminos, buscar nuevas motivaciones. Estar motivados es:
1. Mantener vivos nuestros objetivos, ilusiones. Fundamental para que
no caigan en el olvido. Perseverar ante las dificultades, la firmeza de no caer
en el derrotismo antes de tiempo, ser capaces de reanimarnos, darnos nuevo
aliento recordando las razones y las cosas que dan sentido a nuestra vida,
re-vitalizar, definir las motivaciones que se han diluido o se han olvidado en
el día a día (a esta operación la podríamos llamar el arte de auto-
motivarse ).
Estas capacidades son esenciales para combatir el cansancio, el
olvido, las dudas y la tardanza irritante que producen los obstáculos y pegas
que van surgiendo.
La educación del carácter durante en la infancia es muy importante ser
buenos auto-motivadores. Si los
educadores nos han transmitido confianza en nosotros mismos, nos han
inculcado valor para resistir las dificultades, nos han enseñado a tolerar
las frustraciones y las demoras en la realización de los deseos, a ser
tolerantes y prácticos con lo errores, a controlar el malhumor, y han
estimulado y fomentado en nosotros
la imaginación y capacidad de invención, entonces seremos perfectamente hábiles
para resistir e imponernos ante las desgracias. Si por el contrario nuestros
educadores reprimían nuestras iniciativas, nos ridiculizaban en exceso, nos
mimaban o facilitaban las cosas impidiendo el desarrollo de nuestra fortaleza,
si nos hacían demasiado dependientes con el pretexto de protegernos, nos
aterrorizaban demasiado o nos volvían excesivamente auto-exigentes, puede ser
que estemos peor preparados para el arte de saber re- vitalizarnos,
re-motivarnos positivamente (porque criticarnos y castigarnos por ello no sería
precisamente un buen ejemplo de motivación positiva) cuando el cansancio y la
flaqueza aparecen.
2. Marcarse nuevos objetivos: cuando ya se han cumplido los
anteriores, lo que requiere un comportamiento de exploración, de búsqueda,
de correr el riesgo de probar cosas nuevas.
La búsqueda de nuevas objetivos, la habilidad de edificar nuevas vidas
sobre las cenizas de las anteriores marca la diferencia entre la persona que se
hunde ante el fracaso, la muerte o la enfermedad, y la que se remonta. En
numerosas ocasiones vemos que hay personas “derrotistas” que se abandona en
exceso y se regocijan en la desgracia ("pobre de mí", "he tenido
mala suerte", "la vida me trata injustamente"), que es una
suerte de dolor pasivo, un re-volverse sobre la misma herida una y otra
vez, para que el asombro y el dolor paralizante nos ofusquen y nos hagan sentir
impotentes.
La conducta de búsqueda, de exploración, requiere desde luego cierta
capacidad de aventura, de saber salir de los caminos ya estériles o acabados,
de alejarse de las vías muertas para explotar territorios nuevos.
Este salir de lo conocido, de nuestra zona de confort, da mucho miedo,
sobre todo si a lo largo de nuestra vida hemos procurado ir sobre seguro,
procurando no llamar la atención, temiendo demasiado la reprobación, buscando
constantemente la aprobación de los demás.
Estas actitudes, aunque durante mucho tiempo nos han dado seguridad,
tal vez nos preparan peor ante los cambios que aquellos que están acostumbrados
a los cambios de residencia, de pareja, de trabajo o de país, capaces de
empezar de nada con confianza y fe en ellos mismos.
El miedo al cambio, a la novedad, es por consiguiente, un gran
obstáculo para encontrar nuevas motivaciones. También es muy común encontrar gran
dificultad a la hora de tener otros roles que implican las situaciones
nuevas (hacer de “soltera” una persona que ha llevado muchos años de casada,
hacer de alumno alguien que hace mucho tiempo que no ocupa esa posición,
empezar un nuevo trabajo con la humildad del novato, buscar nuevas relaciones
sociales como un recién llegado, nuevas actividades o aficiones en las que uno
empieza de cero, etc.)
3. La flexibilidad de la personalidad nos ayuda a “ser de diferente
manera” como dicen los americanos “open
mind” mantener la mente abierta.
Aunque a veces la educación, mal entendida, parece que predique más bien
ser siempre la misma persona, lo cual produce un miedo peligros ante situaciones
excepcionales.
Por eso es tan importante fomentar la creatividad: buscar nuevas
ilusiones, consistente en podernos imaginar acontecimientos agradables,
historias posibles, nuevos caminos, nuevos parajes y por ello mismo tener ante
nuestros ojos una promesa triunfo.
Las personas que desarrollan esta facultad siempre están buscando la
manera de hacer que un fin de semana resulte algo memorable, una velada con
amigos algo encantador, y una tarde lluviosa una fantástica ocasión para
combatir el aburrimiento con deliciosas sorpresas.
Dirigir tu mente hacia preguntas como ¿qué podría hacer? ¿y de qué
manera podría realizarse mejor? ¿y de qué forma tendría éxito?. Por así
decirlo, se ganan a pulso, con el fruto de su esfuerzo mental el tesoro de una
buena idea, magia que nunca se hubiera producido cayendo en la pasividad, la queja
y el lamento.
La búsqueda activa de ideas y propósitos implica ponerse a pensar productivamente,
arrancar el cerebro con listas de propósitos que, en alguno de los intentos, va
a producir un enganche, una reacción más viva que de nuevo se transforme en
categoría de ilusión.
Igual que la torpeza para hablar o la timidez se vencen practicando,
en vez de sufriendo vergüenza, las motivaciones nuevas vienen, y se hacen
realidad con el empeño terco de intentar vivirlas lo mejor posible.
Se parece esto a lo que sucede cuando aprendemos algo que se nos
resiste (conducir con fluidez, tocar un instrumento musical de forma que suene
bien una canción, saber utilizar el ordenador, etc.) pero que una vez superada
la fase inicial se convierte en utilidad y disfrute.
Volcarse, sumergirse en el mundo real, en actividades que al principio
nos parezcan imposibles o nos den inseguridad hacerlas, es la actividad que nos
permitirá convertir
ilusiones en deseos.
Genial. Por fin es lunes. Con mis mejores deseos.
OP
Reconocía parte del texto, esto se llama PLAGIO
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