lunes, 18 de julio de 2011

CUANDO ME VISTO DE NIÑO

Gooooooooooooood Moooooooooooorning Vietnam!!
Por fin es lunes

Ya he regresado de mi campamento de verano. Una experiencia única.  15 días de intensidad extenuante.  15 días de avidez interesada. 15 días de paréntesis en mi cotidiana existencia.

He conocido, entablado, sembrado, recogido, radiado, volado, caído, levantado, rodado, ofrecido, recogido, sufrido, cansado, divertido, compartido, saltado, ganado, perdido, hecho, añorado, protestado, descubierto,  comprendido, empatado, padecido, creado, reído, llorado, conectado, buscado, encontrado, recordado, criticado, flexionado, bailado, boxeado, cantado, malabareado, meditado, asaltado, cocinado, charlado, compartido, destacado, desaparecido, aparecido, ido, venido, opinado, tirado, propulsado, arropado, apoyado, mostrado, paseado, caminado, impregnado, empapado, emocionado, disfrutado.

Reconozco que en más de una ocasión la intensidad era tan alta que me preguntaba por qué lo hacía, y si merecía la pena. Tanto las pruebas físicas como los esfuerzos mentales, junto con el “non stop” me hicieron dudar y fijarme como límite: hasta que el cuerpo aguante. Y joe!!!… aguantó hasta el final. Seguir el ritmo de actividades frenéticas con jóvenes de apenas 15, 16 años todos los días para mi supuso disfrutar con algo impensable. Conectar con gente tan especial, cada uno de ellos con su particular vida y sus “friki stories”, algo inimaginable.

El objetivo del campamento era descubrir a los jóvenes su gran potencial para alcanzar, con mucho trabajo y esfuerzo, todo aquello que se proponen, por muy imposible que parezca. Me tocaba pues predicar con el ejemplo. ¿Cómo hacerlo? Se me ocurrió que la mejor forma era volver a ser un niño. Disfrutar con todo aquello que de adulto me sienta mal. Disfrutar con todo aquello que parece cansado. Disfrutar con todo aquello que no es “correcto”. Solo disfrutar, convertirme en un absoluto “disfrutón”.

Tuve que aparcar durante todos esos días al adulto que llevamos dentro, sus deberes y obligaciones. Sentar en la butaca de la habitación al padre y solo salir con pantalones cortos. Energía cien por cien, cuando me visto de niño. Mereció la pena. Realmente no paro de alegrarme cada día por seguir aprendiendo que lo más interesante, lo más emocionante, lo más genuino, intenso e inimaginable…. va dentro de mí.

Genial. Por fin es lunes. De paseo con el niño que llevo dentro.

www.ypdcamp.com Muy afortunado de ser parte de este proyecto
:D


OP