lunes, 6 de agosto de 2018

EL ARTE DE ESCAPAR


Por fiiiiiiin es lunes. (Finalmente, oggi è lunedì)

Vamos, que si hay algún momento para aprender esto no es ahora, si no justamente antes de tomar vacaciones. Cuándo piensas en tus vacaciones ¿piensas en ti, o piensas en los demás? Parece una pregunta un poco absurda pero no lo es tanto. Muchas veces nuestras vacaciones, nuestros descanso, nuestro tiempo … está supeditado a terceros: familia, hijos, pareja, amigos, que me dejen en la empresa tomar esos días cuando yo quiero…

Por eso es importante aprender el arte de escapar. Escapar de todo, no solo de la rutina del trabajo, si no de absolutamente todo, del mundanal ruido, del hambre, del estrés, del email, del móvil, incluso de las rutinas como desayunar todos los días en el mismo sitios… de todo lo que te hace vivir constringido = Apretado, como metido en un vaso gigante, sin espacio para moverte, sin apenas posibilidades de salir.

Solo hay una cosa donde no se puede poner límites, esto lo aprendí hace años cuando estudiaba, y es la imaginación.  Nuestra propia cabeza tiene la capacidad de adaptarse a situaciones cambiantes gracias a nuestra creatividad. Nuestra propia adaptación al medio no es mas que esto.

Si tienes situaciones en las que no puedes ni respirar de la presión, empieza a practicar. Se trata de planificar temas sobres los que quieres soñar despierto. Por ejemplo el sueldo no me llega para cambiar los muebles de mi casa. El arte de escapar es hacer cada día, mentalmente, una nueva redistribución de los muebles, imaginando lo que cambiarias, como lo harías, cuanto te costaría… llevándolo hasta el máximo detalle. Esto es una forma de evasión, además de un potente ejercicio mental, puesto que cada día pones a prueba tu memoria.

Activar nuestro lado creativo además nos hace sentir mejor (aunque todo siga igual) porque generamos endorfinas y eso “nos da placer”.
Esto se estudio en los campos de concentración de la segunda guerra mundial cuando se observaba que, en igualdad de condiciones limite a las que se enfrentaban cada día los prisioneros, había personas que se “adaptaban” a través de la evasión mental y como resultado sobrevivieron, y otras que por el contrario se dejaban morir padeciendo cada día la dura realidad sin atisbo de escapatoria. La película inspirada en estos hechos “La vida es bella” (Roberto Benigni) relata perfectamente como, la imaginación, es la mejor fuente de evasión.
















Genial. Por fin es lunes. De escapada.

OP


No hay comentarios:

Publicar un comentario