Por fiiiiiiines lunes. (finalmente, oggi è lunedì)
¿Cómo
administras tu tiempo?
Lo primero que debemos aprender es a ser
conscientes de cómo manejamos el tiempo. Observa tu agenda diaria o semanal. Me
levanto, llego al trabajo, comienzo la actividad, parada para almorzar… etc.
Los habitual es que los pasos que sigues cada día
suelen ser siempre los mismos porque son rutinarios.
La costumbre hace que no nos planteemos el orden
de lo que hacemos, funcionamos por inercia. Esto no tendría mayor importante si
dicha inercia cubriera todas nuestras necesidades, pero ahí está el problema. Todos
los días no son iguales pero nuestra tendencia, por inercia, es hacer siempre
lo mismo ajenos a los cambios.
Esto no significa que la inercia en el trabajo
sea perjudicial. Más bien nos referimos a que trabajamos en muchas ocasiones a la espera, no de forma
proactiva.
No es extraño por tanto que desde la antigüedad
filósofos, matemáticos o sabios de todas las áreas de conocimiento se sintieran
atraídos por el concepto de tiempo, e intentaran definirlo, abarcarlo, medirlo
e incluso detenerlo.
El tiempo es una variable sobre la que no podemos
actuar, que puede ser medida, y cuyo flujo está en constante evolución, aunque
nuestra percepción puede variar según nuestras circunstancias.
La productividad, en cambio, es una variable
moldeable, que depende en gran medida de cómo manejemos nuestro tiempo, como estructuramos
su uso y la aplicación que realizamos sobre las tareas u obligaciones
cotidianas.
Pero solo hay dos tipos de tiempo
·
El tiempo cronológico, que lo representamos en nuestra agenda con
días, meses, horas es el tiempo objetivo que nos ayuda a sincronizar tareas,
planificarlas u ordenarlas.
·
El tiempo subjetivo es el que sentimos, el que utilizamos mentalmente.
El control del tiempo ha tomado una posición muy predominante,
aún cuando no seamos conscientes a veces, los cambios que se producen en
nuestro entorno cada vez son más rápidos, y es habitual escuchar comentarios
tales como: “no tengo tiempo para nada”,“el tiempo vuela”, o “no llego. Otra vez
tarde”.
Pero el control del tiempo es subjetivo y en gran
medida la clave a la hora de realizar con éxito la mayoría de las tareas que
nos corresponden, y de conseguir los objetivos fijados.
La buena noticia es que tu tiempo puede administrarse
de forma eficiente. Siempre podremos mejorar cómo utilizamos nuestro tiempo,
poniendo atención a los condicionantes que influyen para su control.
Y ya sabes, fundamental aprender a diferenciar
entre los urgente y lo importante. Podrás hacer mas cosas de las que nunca
imaginaste.
Genial. Por fin es lunes. A tiempo completo.
OP
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