lunes, 25 de mayo de 2015

AUTOEXIGENCIA: EXIGENCIA POR TRAMOS


Gooooooooooooood Moooooooooooorning!!
Por fin es lunes.

Sí bien es verdad que cada día me pongo nuevas tareas por delante, no siempre consigo hacerlas.
Esto es el “pan nuestro” de cada día, lo habitual, la rutina, un devenir cotidiano.

Y he intentado casi de todo, desde ponerme un calendario delante, hasta atarme muy fuerte los zapatos para acordarme de hacer algo antes de desatármelos pero… siempre se queda algo sin hacer.

Quizás uno de los problemas sea ese, que muchas veces me pongo demasiadas tareas al día.  Esto me llena de energía (al principio) pensando en todo lo que tengo por delante me motivo y me vengo arriba pero … siempre se queda algo por hacer… y produce en mi el efecto contrario.

¿Acaso son muy exigente comigo mismo? Pues igual sí, pero muchas veces no queda más remedio que hacer todo lo que uno tiene que hacer, muchas de las obligaciones son impuestas, pero… es lo que hay, no podemos cambiarlo.

Un buen día, aturdido por tanta cosa pendiente, mi lista de to do parecía el ticket de la compra del supermercado, y la verdad es que me deprimí, pero me acordé de aquello que una vez me contaron: ¿cómo te comerías un elefante? Pues a cachitos.
Eso es lo que hice, y ahora, en cuanto se me presenta una situación sobre la considero que me sobrepasa, voy poniendo alarmas de ½ hora en el teléfono. Al final el resultado es como ir poniendo cada día unos ladrillos, al final de un mes, tienes un muro.

Es por eso que esa necesaria autoexigencia es en esencia un exigencia por tramos.

Genial. Por fin es lunes. Muchas cosas están cambiando y queda todo por hacer.

OP


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