lunes, 30 de mayo de 2011

15M Soflamas Efectistas en línea con George Bush.

Gooooooooooooood Moooooooooooorning Vietnam!!
Por fin es lunes.

Por dos veces en esta semana seguidores del 15m me reprocharon que hablara del manifiesto y la situación sin haber estado en la plaza Puerta del Sol. La verdad es que nunca pensé que para ser cristiano debiera obligatoriamente haber pasado por el Vaticano. Llamativo cuando sus soflamas efectistas proclaman la aceptación de diferentes ideas y opiniones.

El caso es que, independientemente de que haya o no haya ido a la puerta del Sol, desde el primer momento me llamó mucho la atención un movimiento social de este calibre, así como su repercusión mediática tanto nacional como internacional.  Empecé a indagar y buscar similitudes con otros movimientos para intentar vislumbrar como se podrían desarrollar acontecimientos futuros.
Cosa curiosa. En España  tuvimos la revuelta de los “malcotentents” del catalán y mal traducida como “los agraviados”. (Aquí, ahora se les ha llamado “indignados”) cuyas quejas surgieron tras una sucesión de hechos que colmaron la paciencia de los catalanes. Fue hábilmente reconducida por el entonces rey Fernando VII.
Algo parecido fue el germen del partido Solidaridad en Polonia que buscaba dignidad para los trabajadores. Acabaron dirigiendo el país pero sumidos en una dinámica política alejada de los objetivos iníciales que hizo que el pueblo polaco terminará rechazando a su precursor Lech Walesa, pese a su trayectoria y haber sido premio Nobel de la Paz.
La Prestroika  (o renovación) de Gorbachov qué nació para dar paso al capitalismo. Su objetivo era convertir el sistema de gestión centralizado en un sistema menos centralizado y adaptado al mercado moderno. En teoría ahora se busca algo global autogestionado porque eso se demostró que no funciona.
Sin entrar en otros ilustres personajes que desencadenaron guerras mundiales con ideas y fundamentos como el nacionalsocialismo que pretendía promover las ideas de un Nuevo Orden mundial. Obviamente nada que ver pero de subyace la idea de gran globalidad en su nacimiento.   
Gran similitud con los postulados ideológicos del anarcocapitalismo. Ambos creen que existe la posibilidad de mejorar el capitalismo desde dentro y ambos echan la culpa de los problemas sociales a la incorrecta gestión realizada por los políticos y los diferentes estados. Las ideas  proclamadas por Murray Rothbard de autoregulación de la propiedad privada y del libre mercado para que todo funcionara mucho mejor, nunca llegó a cuajar porque donde no hay seguridad, no hay inversión, y donde no hay inversión no hay prosperidad.
Curiosamente, estas reivindicaciones también son muy similares a las de los defensores del Nuevo Orden Mundial, cuyo objetivo es la desaparición total de los estados, con el objetivo de que el libre mercado campe a sus anchas, sin la interferencia de los mismos. Según Nuevo Orden Mundial sería necesaria la instauración de un gobierno mundial único.
La idea de la necesidad de un Nuevo Orden Mundial, no es nueva, se trata de plan trazado por la oligarquía financiera mundial anunciada públicamente por primera vez, por George Bush padre, el 11 de septiembre del año 1991. Entre estos apologistas del Nuevo Orden Mundial se encuentran personajes como el catalán Eduard Punset, quien apoya públicamente el movimiento 15-M. Curiosamente uno de los impulsores del Nuevo Orden Mundial es el club Bilderberg. Club fundado entre otros por la familia Rockefeller,  y al cual acude invitada nuestra soberana la Reina doña Sofía en representación de España.
La idea de la desaparición de los estados-nación, en un primer momento, parece muy atractiva, el problema es que dicha desaparición fuera remplazada por el nacimiento de un supra-estado global, que despojaría de toda soberanía a los diferentes pueblos del mundo, produciendo con ello una mayor concentración del poder en un menor número de manos. Algo parecido a lo que Tomás Moro proclama en su libro “Utopia”
Lo más curiosos es que haciendo una síntesis de los movimientos que piden encuentro, promueven la igualdad, reparto equitativo de la riqueza. Humildad, trabajo social o reconocimiento de un líder mundial que ejerce a sus doctrinas  en todas partes del mundo por igual. Es la iglesia católica.

Pese al desconcierto que me genera todo esto, sin desvalorizar la importancia de estas iniciativas, el descontento generalizado reinante y el escarmiento tras las recientes elecciones,  pero siendo objetivo no puedo dejar de pensar que este movimiento no representa legítimamente a nadie, y que la mayoría de la sociedad continúa siendo de otra opinión.

Personalmente, creo que el éxito de todo esto llegará más de forma individual que colectiva. Cuando se empiece valorar a las personas  y no a los grupos, por la coherencia entre lo que dicen y lo que hacen, por sus obras y por sus resultados. Otra proclama es la eliminación del bipartidismo.

No quita por ello mi apoyo incondicional a todos aquellos que buscan cambiar para mejorar, pero como dijo Gandhi: “Si quieres cambiar el mundo, empieza por cambiarte a ti mismo”


Genial, por fin es lunes. Toda la semana para seguir cambiando.



OP