Por fiiiiiiin es lunes. (Finalmente,
oggi è lunedì)
Vamos, que
si hay algún momento para aprender esto no es ahora, si no justamente antes de
tomar vacaciones. Cuándo piensas en tus vacaciones ¿piensas en ti, o
piensas en los demás? Parece una pregunta un poco absurda pero no lo es tanto.
Muchas veces nuestras vacaciones, nuestros descanso, nuestro tiempo … está
supeditado a terceros: familia, hijos, pareja, amigos, que me dejen en la
empresa tomar esos días cuando yo quiero…
Por eso es
importante aprender el arte de escapar. Escapar de todo, no solo
de la rutina del trabajo, si no de absolutamente todo, del mundanal ruido, del
hambre, del estrés, del email, del móvil, incluso de las rutinas como desayunar
todos los días en el mismo sitios… de todo lo que te hace vivir constringido =
Apretado, como metido en un vaso gigante, sin espacio para moverte, sin apenas
posibilidades de salir.
Solo hay una
cosa donde no se puede poner límites, esto lo aprendí hace años cuando
estudiaba, y es la imaginación.
Nuestra propia cabeza tiene la capacidad de adaptarse a situaciones
cambiantes gracias a nuestra creatividad. Nuestra propia adaptación al medio no
es mas que esto.
Si tienes
situaciones en las que no puedes ni
respirar de la presión, empieza a practicar. Se trata de planificar temas
sobres los que quieres soñar despierto. Por ejemplo el sueldo no me llega para
cambiar los muebles de mi casa. El arte de escapar es hacer cada día,
mentalmente, una nueva redistribución de los muebles, imaginando lo que
cambiarias, como lo harías, cuanto te costaría… llevándolo hasta el máximo
detalle. Esto es una forma de evasión, además de un potente ejercicio mental,
puesto que cada día pones a prueba tu memoria.
Activar
nuestro lado creativo además nos hace sentir mejor (aunque todo siga igual)
porque generamos endorfinas y eso “nos da placer”.
Esto se estudio
en los campos de concentración de la segunda guerra mundial cuando se observaba
que, en igualdad de condiciones limite a las que se enfrentaban cada día los
prisioneros, había personas que se “adaptaban” a través de la evasión mental y
como resultado sobrevivieron, y otras que por el contrario se dejaban morir padeciendo
cada día la dura realidad sin atisbo de escapatoria. La película inspirada en
estos hechos “La vida es bella” (Roberto
Benigni) relata perfectamente como, la imaginación, es la mejor fuente de
evasión.
Genial. Por
fin es lunes. De escapada.
OP
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