Por fiiiiiiin es lunes. (अंत में, आज सोमवार है).
Hoy, leyendo un artículo en un medio digital he descubierto el adulting, que viene a ser de forma
sencilla ¿cuando consideramos que somos adultos? ¿cuándo empezamos a tomar
hábitos de madurez? Para nosotros, los maduritos de ahora, la cosa está más o
menos clara, aunque alguno se ve un poco descolocado haciendo cosas de
jovencitos pero entrada ya en muchas canas; y aunque no deja de tener su gracia
para muchos, la verdad es que queda un poco desubicado.
Lo cierto es que los jóvenes de ahora, los famosos millennials han evolucionado y madurado
de forma muy diferente a la nuestra y, cosas que antaño se consideraban de
niños o de adolescentes, ellos las han sabido situar de una forma natural como
algo también “adulto”. Hoy ya nadie se extraña de ver a un adulto jugando a
videojuegos, por ejemplo.
Muchos más los que vienen después la famosa Generación Z, que son los que vienen detrás de los millennials y
que algunos han nacido ya en este siglo, y por tanto no han llegado aún a la
mayoría de edad. Estos ya si que han roto todos los moldes establecidos: fuman,
beben, van a discotecas, trabajan, o se han tatuajes…. apenas cumplidos los 16,
antes incluso.
Pero la vida sigue su curso y que llega un momento, o llegará, en su
vida en la que empiezan a plantearse cosas de “adultos”: vivir solos, tener
familia, abandonar la casa de tus padres, trabajo… y en ese momento es cuando
empezamos a entender que es el adulting: pautas conductas que denotan madurez, y que no están vinculadas a la
edad.
Suena igual de complicado que resulta apasionante. Por poner un
ejemplo. El trabajo. Antes estaba bastante claro. Por ley solo podías trabajar
a partir de la mayoría de edad (quizás un par de años antes con autorización de
tus progenitores), o cuando terminabas tus estudios, en fin algo más o menos
previsible. Ahora, un youtuber o un instagramer puede estar subiendo sus
propias creaciones a la red desde los 10 o 12 años de edad. Y antes de los 14
empezar a generar ingresos, en algunos casos, comparables a los de un
ejecutivo. ¿es eso un trabajo? Pues sí. Y ¿si es capaz de ganarse la vida por
si mismo es que ha madurado? Pues ahí está la cuestión. Complicado por lo
disruptivo que resulta pero tenemos que empezar a asimilar que la realidad ha
cambiado y adaptarnos a este nuevo cambio evolutivo, donde como siempre, solo
sobrevivirán los que mejor se adapten.
Genial. Por fin es lunes. Rompiendo esquemas.
OP
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