Gooooooooooooood Moooooooooooorning!!
Por fin es lunes.
Una
tarde de abril, como otra cualquiera. Sin más que una taza de café con
chocolate. Una de esas tardes en las que uno aprende que por mas solo que te
sientas, o por mas acompañado que te sientas, la vida pasa… sin cesar. Y ¿tu
que haces?
El
amargor de no hacer lo que quieres, como un café amargo. El dulzor de aquello
que consigues, como un dulce chocolate. Sin embargo todo es relativo porque si
lo piensas el mejor chocolate es el que amarga y el mejor café no es un poco
dulce. Y es que muchas veces la vida es así, ni blanco, ni negro, si no todo lo
contrario, llena de alegrías dulces y amargas penas. Todo en la misma taza. Bueno
¿y ahora qué? Pues a seguir trabajando porque si algo he aprendido es que las
cosas no vienen sola, si no que hay que currárselo, y mucho. Y las cosas que
mejor salen son aquellas que pones todo el corazón. Corazón sobre corazón. Sí,
mucha pasión. Así sale todo adelante.
Pero
las cosas nunca vienen como lo pensamos. Unas veces mejor, otras veces peor,
pero nunca como imaginamos. Por eso en la vida hay que intentar lo que sueñas y
morir recordando “que pena, no funcionó”
mejor que “y si lo hubiera intentado…”.
Porque imposible es aquello que nunca
intentas. El camino más fácil siempre es cuesta abajo pero nunca te llevará a
la cima. La vida es: pasión con café y chocolate. Suave pasión,
dulce café, amargo chocolate.
Genial.
Por fin es lunes. Dulce o amargo según se mire.
OP
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