Gooooooooooooood Moooooooooooorning!!
Por fin es lunes.
Cada mañana de cada día me pregunto lo mismo.
Son tantas cosas por hacer. Tantas cosas pendientes que cada mañana me
asaltan miles de pregunta. Pero esto es bueno, muy bueno, porque este es el
primer paso para salir del letargo.
A priori, pueda parecer que hay cosas sobre las que ya no podemos
hacer nada pero, la verdad es que no, lo único sobre lo que el ser humano no
puede hacer nada es sobre la muerte (y tampoco es cierto de todo pues es podido
ver como sobrevivían a una persona ahogada “técnicamente muerta”) pero dejamos
a un lado esos temas. La verdad es que únicamente se trata de hacerse la
pregunta correcta en cada caso y sobre todo, lo más importante, es contestarse
a uno mismo con total sinceridad y humildad. Por ejemplo: ¿puedo ir a unas
olimpiadas, a mi edad?. La primera respuesta que nos suele venir a la cabeza es
que un NO más grande que el Empire State, porque claro venos compitiendo a lado
de Usain Bolt o Michael Phelps es francamente complicado pero la respuestas es
que un síiiiiii gigantesco. La pregunta correcta sería ¿qué tengo que hacer yo
para ir a unas olimpiadas? Partiendo de ese hecho encontraremos que hay
disciplinas en las que la edad no es un limitante, al revés, puede ser un punto
positivo a tu favor por la experiencia. En las últimas olimpiadas de Río 2016
la deportista de mayor edad fue una Neocelandesa de 62 años. Y el más mayor que
ha llegado a unas olimpiadas lo hizo con 72.
Ese es el error. No hacerse la pregunta correcta. Normalmente hacerse
preguntas como: ¿qué hago yo para salir de esta situación? ¿cómo puedo
enfrentarme a este reto? ¿qué es lo que necesito para sacar esto adelante?...
hacen que nuestra mente entre en movimiento.
¿Qué me impide conseguirlo? Cojo papel y empiezo a sacar las millones
de cosas que me harían falta. De cada una de estas empiezo a buscar la solución
más o menos viable. Muchas veces la solución no siempre es la mejor, la mayoría
de las veces suele ser la menos mala.
No tener dinero que en resumidas cuentas es lo que hace que muchas
ilusiones se paralicen, no es más que una excusa interna que nosotros mismos
nos damos para, ni siquiera, intentarlo. Si no tienes dinero búscalo. Busca
trabajo, socios, préstamos, crowdfunding, donaciones… se trata siempre de darle
una vuelta, de hacerlo a la medida de tus posibilidades. Empezar por algo
pequeño para ir creciendo.
Se trata de adaptase a cada situación. Al igual que no piensas ir en
ir a la piscina con tu mejor traje, o a una boda, en bañador pues por la misma
razón debes entender que quizás el reto sea empezar de poquito para luego ir
creciendo hasta llegara lo que realmente soñaste. Esto en la vida es siempre
así. Cualquiera que ha triunfado o ha conseguido hacer sus ilusiones realidad
es porque un día empezó (esto es fundamental) y después fue aumentando, poco a
poco… constancia, actitud positiva, ponerle pasión y darte un poco de tiempo.
Y a la pregunta ¿qué me impide conseguirlo? En la mayoría de
las ocasiones, la respuesta suele ser: eres tu mismo quien hace que las cosas
no salgan adelante.
Sabido esto. No hay excusas. Pide un deseo y ponte a ello. Adapta todo
a tus necesidades y a tus posibilidades. Solo hay que querer. Hazlo Ya!!!
Genial. Por fin es lunes. Hace más el que quiere.
OP
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