lunes, 25 de julio de 2016

ESA DULCE SENSACIÓN


Gooooooooooooood Moooooooooooorning!!
Por fin es lunes.

Pues sí ahí estoy en pleno verano buscando una dulce sensación que pueda ser de mil maneras posibles, tangibles, intangibles o etéreas… comer, beber, en la playa, una canción, una puesta de sol, una charla con amigos, en familia, con pareja, una flor, un bombón, ese helado, la brisa del mar, el ruido de las olas, el tacto de una suave piedra, una caricia … cualquier esencia.
Es verano y parece más propicio para ello porque en muchos casos estamos descansando, por la luz, el calor (por lo menos aquí) o simplemente porque nuestro estado de ánimo cambia al ritmo del verano (para los que vivimos en el hemisferio norte) y nuestros biorritmos parecen socorrer a nuestro cuerpo al compás del buen tiempo.
Y esas condiciones parecen más propicias para encontrar esa dulce sensación que no dura mas que un instante pero que nos llena hasta el infinito.
Ese momento tan particular que inunda tu cuerpo y tu mente que nos hace turbar hasta llegar al escalofrío y hacer que nuestro cuerpo se estremezca, mientras nuestro cerebro parece pararse y el mundo detenerse.
Buscando, buscando muchos de esos hasta encontrar por lo menos, por lo menos 3 cada semana para que se pueda decir que estas disfrutando de tu vida…

… DS1. Cercar del mar, sintiendo la brisa en la cara, con un sol que se apaga y se refleja en el agua, como oculto entre las estrellas, un suave beso disuelve el silencio, mientras mis pies descalzos tocan la fina y fría arena…







Genial. Por fin es lunes. Buscando dulces.


OP



lunes, 18 de julio de 2016

¿ERES UN SIN VERGÜENZA?


Gooooooooooooood Moooooooooooorning!!
Por fin es lunes.


Probablemente en mas de una ocasión has sentido vergüenza, pudor, timidez… o algo así. Ese rubor que te invade bien por algo que te ocurre directamente, bien porque sientes vergüenza ajena.

Se sabe que físicamente la vergüenza recae sobre una parte del cerebro, mas concretamente en la corteza pregenual anterior, porque esa parte se activa cuando sentimos vergüenza. Esto a su vez se traduce en aumento de la respiración y el pulso, provocando el aumento de la presión sanguínea que el cuerpo alivia mediante la vasodilatación periférica que es lo que hace que sonrojemos o mas conocido como rubor, ponerse “colorado”.

Psicológicamente es el miedo que sentimos hacia una valoración negativa sobre uno mismo, es decir, que sentimos vergüenza porque nos da aprensión no saber que piensan o pensarán los demás de nosotros.

¿Eres un sin vergüenza? Pues no está clara la cosa sobre el origen, porque hay estudios que dicen que en algunas personas el cerebro actúa de forma independiente ante estímulos. Vamos que sentimos vergüenza sin saber bien por qué.

Lo que si se ha aclarado es que parte de esos miedos surgen en la infancia y dependen directamente de la educación que estemos recibiendo, estando directamente relacionado con el aprendizaje del lenguaje no verbal.

Sea lo que sea la vergüenza esta relacionada directamente con nuestros miedos por lo que la solución es sencilla: enfrentarte a esos miedos una y otra vez.

En muchas de las personas con las que he trabajado (sobre todo adolescentes que tienen con un mayor grado de inseguridad personal) el echo de enfrentarse de manera rutinaria refuerza su autoestima y hace que el miedo prácticamente desaparezca o se reduzca a unos instantes previos al echo en sí. Por ejemplo en el caso de hablar en público, o lo que se denomina miedo escénico, se contrarresta con pautas de actuación previas y enfrentándose una y otra vez al público. Aumenta la seguridad sumado a la cotidianidad hace que la vergüenza desaparezca.

Así que: sí, podemos ser unos sin vergüenza. Solo es cuestión de método, trabajo y repetición.

Genial. Por fin es lunes. Sin vergüenza.
 
Foto de la Vergüenza

OP


lunes, 4 de julio de 2016

SUBIR LA AUTOESTIMA EN VACACIONES


Gooooooooooooood Moooooooooooorning!!
Por fin es lunes.

Estamos en verano (por lo menos todos los que vivimos en el hemisferio norte) y es el tiempo que solemos utilizar para tomar un descanso, recargar pilas, desconectar y salir de la rutina, del estrés…
Como es lógico a estas alturas del año andamos un poco cansados y ese cansancio nos hace ver las cosas con menos alegría. Pues bien, este es el momento perfecto para fortalecer tu autoestima. Auto = por si mismo, estima = cariño. Autoestima = quererse a uno mismo. Dependiendo de lo que te quieras más baja o más alta la autoestima.

Partiendo de esto ¿cómo subir la autoestima en vacaciones? Sencillo, las vacaciones nos permiten tener un poco de tiempo para reflexionar, planificar y cambiar algunas rutinas que se han vuelto monótonas.

-        Prueba cosas nuevas. Descubrirás nuevas cosas que te gusten y de paso sales de la rutina. Por ejemplo, prueba con otro tipo de desayuno. Empezar el día haciendo cosas diferentes te modifica el ánimo.
-        Siéntete orgulloso/a de ti mismo. Nadie es perfecto y siempre tenemos algo que podemos hacer muy bien o si no, busca para aprender a hacerlo y sorprender a quien quieras. Internet es un gran aliado para a aprender por ejemplo a preparar una comida exótica, arte floral para adornar tu casa, o cultivar un huerto junto a una ventana… sorpréndete a ti mismo.
-        En ese punto es importante entender que los errores son un método muy bueno de mejora, aprendizaje y de cambio. Bastantes zancadillas pone la vida por lo que un poquito de quererse. Todos tenemos derecho a equivocarnos, perdónate. Y si las consecuencias de ese error son graves, aprende la lección y evita que se repita.
-        Haz algo de ejercicio todos los días a la misma hora. Y si ya lo haces pues prueba cosas nuevas. Un simple paseo, unos cuantos largo en la piscina, un paseo matutino por la playa, o probar con esas clases de zumba que te llaman la atención. El cuerpo se activa y tu mente también. Además después de unos días cuando se pasan la agujetas y el cansancio te sentirás muy bien.
-        Relax. Haz lo que más te guste. Da igual todo. El mundo puede esperar un ratito.
-        Hazte un regalo. Sí. Te lo mereces. Tampoco se trata de que te arruines solo de que hagas algo de eso que te encanta.
-        Pásatelo bien. Disfruta con lo que haces. Hay cosas sobre las que no podemos influir ni cambiar, pero nos toca hacerlas. Pues disfruta, haz que tu mente se evada y esté en otros lugar, mejora lo que haces o busca soluciones alternativas, todo con el único objetivo de pasar lo mejor posible esa situación.
-        La perfección no existe. Observa la naturaleza hasta las cosas más bellas, como una flor, si la observas de cerca detenidamente, verás que está llena de bellas imperfecciones. Esto no significa que te abandones, pero tampoco que te obsesiones. Si nos has llegado al verano perdiendo esos kilos que te propusiste pues te queda el invierno y el próximo verano. Relaja un poco tu nivel de autoexigencia. Auto-estima: quererse un poco.


Genial. Por fin es lunes. Subiendo.

OP