Gooooooooooooood Moooooooooooorning!!
Por fin es lunes.
Enfrascado en el vertiginoso día a día, donde ser el mejor no es
cuestión de duda, sino de energía. Competitividad al máximo. Las ideas fluyen
constantemente en un ambiente frío, duro, agreste, incívico y en muchos casos
grosero. Todo es cuestión de estar por encima de la competencia, ser el mejor,
el más rápido y por su puesto ser el primero.
Y metidos en esta vorágine tienes que empezar a asimilar las críticas
en algunos casos constructivas pero en la mayoría de las veces mordaces e
interesadamente destructivas al máximo. Donde no se valora el esfuerzo, ni el
trabajo, ni la idea, sino intereses particulares. En ese punto de trabajo,
tesón, y entrega una mala critica puede suponer no solo un fracaso, sino el
final. Seguir adelante es cuestión de, más que de saber encajar las críticas,
saber “surfear” como hacemos por encima de una ola. Las olas van a estar
siempre ahí, unas veces más pequeñas y otras vendrán con gran fuerza, pero si
no queremos tragar agua tenemos que aprender a “surfear” y lo más importante,
aprender a encontrar como dicen los surfistas “la ola buena”.
Esa ola buena se convierte en la recompensa a nuestro esfuerzo que no
siempre es dinero, es algo que esta por encima y que nos da energía, nos anima,
y nos motiva y ayuda a continuar pese a las dificultades.
Harta de las críticas Lady Gaga, que puede ser la más excéntrica y
extravagante del mundo pero que es una persona formada, tenaz y muy muy
trabajadora (cantante, compositora, productora musical, pianista, bailarina,
actriz, diseñadora …) escuchaba las mal intencionadas e interesadas críticas de
los llamados “expertos” (esos que saben mucho de música pero que jamás
escribieron una canción ni cantaron delante de 10.000 personas, pero que por el
hecho de escribir en un periódico o revista, piensan que su verdad es
universal) y un día se cansó. Y Stefani Joanne que es en realidad como se llama
Lady Gaga, que pasa por ser una mujer muy inteligente indagó en su interior
para ver que era lo que a ella realmente le hacía saber si sus canciones, las
que ella misma componen, si son buenas o malas para su público y llegó a la
conclusión de para ella por encima de cualquier crítica son … los aplausos. Su
ola buena, su motivación, su alegría … Esa es la razón por la que compuso el
tema Applause.
Para mi sin duda, la mejor recompensa es una sonrisa, de esas
que salen desde el corazón y que no expresan otra cosa que gran gratitud.
Cuando alguien me obsequia con una de esas sonrisas yo crezco, me lleno de
energía y me da fuerza para seguir.
¿cuál es tu mejor recompensa?
Genial. Por fin es lunes. Aplausos y sonrisas para todos.
OP
No hay comentarios:
Publicar un comentario