Gooooooooooooood Moooooooooooorning!!
Por fin es lunes.
Por algún motivo que se me escapa siempre tengo
la sensación de que no me escuchas. Por más que me esmero en explicarte las
cosas, siento que no me oyes.
Por alguna razón en la
mayoría de las ocasiones no es solo una sensación es más bien una realidad. No
escuchamos a los demás porque estamos demasiado entretenidos escuchándonos a
nosotros mismos. Y lo más triste de todo es que en muchas ocasiones ni siquiera
nos escuchamos a nosotros mismos.
Escuchar es mucho más
que quedarse oyendo a uno mismo, como el que oye llover, o cuando se escuchan las
olas rompiendo en la playa. Eso está muy bien pero todos sabemos lo que ocurre
después, que nuestro cerebro se evade y terminaos en lo más profundo de
nuestros pensamientos, que, para concentrarse en algo va muy bien pero que
hacer reflexión sobre algo más profundo, la verdad es que no vale de mucho.
La diferencia entre
una escucha activa y una escucha pasiva son … las preguntas ¿cómo? Pues eso,
las preguntas.
Desde el momento que hacemos
preguntas nuestro sistema cognitivo se activa para recoger la información, cosa
que no ocurre cuando simplemente esperamos que las ideas, las palabras fluyan
hasta nuestros pensamientos.
Si no nos hacemos
preguntas no podemos llegar a conclusiones, si no hacemos preguntas,
simplemente no conseguimos entender lo que el interlocutor al que estemos
escuchando intenta trasmitirnos porque una cosa es lo que se piensa decir, otra
lo que se quiere decir, otra lo que se sabe decir, otra lo que realmente se
dice, otra lo que la otra persona oye, otra diferente es lo que escucha, otra cosa
es lo que se comprende, otra lo que acepta, otra lo que se retiene y otra lo
que finalmente se pone en práctica, es decir, que desde que pensamos en decir
algo hasta que la otra persona finalmente entiende se pierde el 90% de la
información. Curioso pero real.
Esa es una de las
razones por las que nuestro sistema educativo, especialmente el universitario, en
la que un señor muy serio dice lo que sabe y punto, funciona tan mal.
En general nuestras
relaciones siempre adolecen de esa comunicación eficaz que se basa en una escucha
activa. Siempre pensamos saber lo que el otro estaba pensando pero la verdad es
que nunca acertamos por eso lo de las preguntas va muy bien.
Cuando más interesados
y preocupados por un tema más preguntas demostramos. Eso nos incluye a nosotros
mismos.
Genial. Por fin es
lunes. ¿qué? Que por fin es lunes….genial.
OP
No hay comentarios:
Publicar un comentario