Gooooooooooooood Moooooooooooorning!!
Por fin es lunes.
Una mirada.
Tan solo una mirada
bastó para entender que aquello era definitivo. Ni una palabra salía de su
boca. Un atardecer de color rojo intenso, un piano de fondo, y el olor a sal de
la mar. Preciso, magnífico, grandioso. Y sus lagrimas quebraron el murmullo que
había de fondo de las olas rompiendo al unísono en cadencia con la suave
melodía que proporcionan las cuerdas y las maderas al rozar, dispuestas en
orden por notas bajo unas manos versadas. Piano, lagrimas, atardecer.
Una caricia que limpia
su dulce y suave mejilla. Un ocaso, atardecer ya de otoño. Y sus ojos se llenan
de brillo por la luz que se tamiza a través de sus suspiros. Destello intenso
que hace más duro ese momento. Y siento como cambia su cara, su mirada, y veo
de nuevo el color de su mirada, el color de una mirada, una mirada marchita,
una mirada apagada.
Y recuerdo aquel
pasaje de Becquer, aquella frase en la que besar se puede, sin tocar, besar con
una mirada.
Y sonrío lleno de
condena y melancolía, pero sonrío. Y a veces sueño con esa mirada, sueño con
ese beso… con esa despedida. Y pienso, mejor mirar que ver, mirar besando.
“El alma que hablar puede con los ojos, también
puede besar con
una mirada”. (Gustavo
Adolfo Becquer).
Genial. Por fin es
lunes. Mirando.
OP
No hay comentarios:
Publicar un comentario