Por fiiiiiiin es lunes. (Endelig
er i dag mandag.)
¿Cómo te sientes cuando te
das cuenta de que te has cometido un error? Si la respuesta es: mal. Aprende.
Si la respuesta es: entraba dentro de las posibilidades. Bien.
Normalmente cuando tomamos
decisiones nunca contamos con toda la información, es por eso que recurrimos a
la fórmula de interpretar los escenarios según nuestras disposición. Rellenamos
esos espacios en blanco que nos
faltan o dicho de otra forma, redondeamos el cuento cuando nos falta parte de
la historia. Esto no está mal. Es natural. Somos así.
El problema surge cuando
todas nuestras expectativas están apoyadas en esos redondeos de la historia que
nos hemos construido. La mayoría de las veces, salvo que tengas poderes paranormales,
lo que ocurre es que no acertamos o acertamos poco. Y si pusimos todas nuestras
expectativas en ello y no sale, pues llega una terrible frustración.
En el caso que te falte
información y tengas que tomar una decisión: no hay problema redondea pero…
plantea un nuevo supuesto, un plan B, por si no sale la primera opción. De esta
forma construimos un plan de contingencia posible, reduciremos la frustración
en caso de fracaso y crearemos un puente a una nueva alternativa que hace que
los tiempos de remordimiento y arrepentimiento se acorten porque tu mente ya
estará pensando en el siguiente paso futuro y no en lo que pasó. Aprende de tus
errores y continua.
Es importante terminar el día
satisfecho de lo que has hecho (con resultado positivo o negativo, pero
hechos). Olvida los errores cuanto antes para que no se conviertan en un carga
que lastra. Vete a dormir cada noche tranquilo, porque a la mañana siguiente
empieza un nuevo día y se empezarán a plantear nuevas posibilidades. Es
fundamentar emprender siempre el nuevo dí con ánimo positivo y nuevas
expectativas. Sereno
y despejado.
Genial. Por fin es lunes.
Sereno y despejado.
OP