Por fiiiiiiin es lunes. (äntligen idag är det måndag)
No puedo.
Nuestra educación es una pesada carga que nos acompaña durante toda
nuestra vida. Sí.
Parece que somos capaces, independientes, arriesgados e incluso
vehementes en todas nuestras decisiones pero no es así, todo está escrito es
nuestro patrón de conducta. Incluso en nuestra propia rebeldía al revelarnos
sobre aquello que nos inculcaron. Sin un patrón prefijado no podría haber
oposición.
Es curioso que nuestros padres, nosotros mismos cuando también lo
somos también, no somos conscientes de que transmitimos nuestros miedos,
nuestras limitaciones, nuestros conocimientos, nuestros filosofía, se van trasmitiendo
a nuestros vástagos de generación en generación.
Y esto sale a relucir cada uno de los días de nuestra existencia.
“No puedo”... ¿cuántas veces escuchamos en casa? No vas a poder… te estás equivocando
… es una pérdida de
tiempo, a tu edad… en vez de decirte: atrévete que si te caes ya te
levantará... equivócate que de los errores se aprende… o mientras hay vida hay
esperanza, la edad es tu mejor aliado…
Pues sí. Nuestro peores enemigos a la hora de conseguir retos somos
nosotros mismos.
He podido experimentar en carne propia como la gente se niega a hacer
cosas por el mero hecho de tener una edad que en su parecer ya es demasiado mayor.
O que le faltan estudios, o que tiene una vida muy complicada. Que error mas
grande. Eso se llama locus de control. Cuando tenemos la percepción de que el
problema está fuera de nosotros. Un ejemplo muy gráfico es: “me suspendieron en junio y aprobé en
septiembre”. Culpar de nuestras cosas a un tercero.
Hay un refrán muy sabio que dice: “querer
es poder” y está en lo cierto. Nuestra propia motivación puede hacer que
lleguemos a conseguir todo lo que nos propongamos, incluso mas de lo que
imaginamos. La idea es que busquemos algo accesible para nosotros, que tengamos
las herramientas adecuadas y trabajar duro.
Salir de nuestra zona de confort es a veces algo que da vértigo pero
cuando conseguimos traspasarla hace que todo engrandezca y lo imposible se
convierte en cotidiano.
¿Dónde
está el límite? El límite está en nuestra cabeza.
Genial. Por fin es lunes. Haciendo cotidiano lo imposible.
OP