Gooooooooooooood Moooooooooooorning!!
Por fin es lunes.
Esta semana vino una amiga a comer a casa. Una de esas amigas que con
el tiempo se van haciendo grandes.
Un día simpático, agradable y enriquecedor porque, cuando pasas tiempo
con gente, te permite crecer de esas personas y enriquecerse mutuamente.
Entre charla y charla nos confesó cual sería el mejor regalo del
mundo. Pensando un poco detenidamente ¿cuál sería para mi el mejor regalo del
mundo? No uno que te haces tu, si no uno que recibes. ¿material o inmaterial?
Creo que me decanto por lo inmaterial con alto grado sentimental.
Y mientras la escuchaba, porque me encanta escuchar a la gente, pensaba
en cual era mi mejor regalo del mundo, no para impresionar, sino por pura
curiosidad y como ejercicio para ver que es lo primero que me venía a la
cabeza. Aquello que seguro recordaría siempre porque me llegó hasta el fondo
del corazón.
Vinieron a mi mente algunos regalos materiales, recordé muy buenos
momentos con gente amiga que yo considero regalos, algún viaje especial … pero
ninguno llegó hasta mi boca… prefiero guardármelo para mi.
El
mejor regalo del mundo. Que bonito título para una película en la
que cabrían miles de historias, porque todos tenemos nuestras propias “películas”,
historias de esas que dan sentido a nuestra existencia, y que justifican muchos
de los actos irracionales que hacemos a lo largo de nuestra vida.
El año que
pasamos juntos. Ese fue el regalo que le hizo su pareja a mi amiga tras su primer año
de relación. Un pequeño cuaderno donde el iba apuntando todos esos momentos,
siempre especiales, que había pasado junto a ella y que de esta forma consiguió
siempre recordar, y perpetuar.
Bonito, sencillo, amable, auténtico.
Jo! Y a veces nos volvemos locos para encontrar algo que le guste, y
es mucho más sencillo.
Genial. Por fin es lunes. Un día más, un regalo más.
OP
